Arquitectos
Mapea Arquitectura: Antonio Sánchez del Pino
Colaboradores
Juan Antonio Asensio Bolivar, Rayco Méndez Hernández, Antonio Cabrera Agudo,
Manuel de Vilches
Vico, Luis Navarrete Ruiz, María José Torres Augustin y Alfonso Muñoz Robles.
Fotógrafo
Javier Milla López
Situación
Jaen
Fin de obra
26/05/2016
Fabricante de ladrillo
Cerámica Mora
El proyecto se emplaza en un sector residencial de nuevo desarrollo en Jaén, con las características propias de una zona de expansión, amplios viales y un gran parque lineal que articula el ensanche donde predomina la tipología de vivienda plurifamiliar en manzana cerrada.
El edificio se asienta sobre dos parcelas rectangulares situadas en la esquina suroeste del polígono, dentro de una gran manzana residencial, optando por una configuración geométrica, clara y funcional heredada de una rígida normativa urbanística. Dos pastillas residenciales paralelas en dirección norte-sur que se unen en el alzado sur, formalizando así la pieza cabecera en esta posición. Esta disposición genera un espacio público central y comunitario de relación social, secuenciado mediante los elementos de comunicación, que dan acceso al conjunto de las viviendas y equipamientos. Desde el espacio público, el acceso se resuelve mediante dos entradas desde diferentes calles que desembocan en el espacio central.
El conjunto cuenta con un total de 6 plantas sobre rasante (con uso vivienda, local y trasteros) y una bajo rasante destinada al uso de garaje. En total cuenta con 79 piezas residenciales que se encuadran dentro de cuatro tipologías diferenciadas.
El resultante es un conjunto racional de piezas estandarizadas, donde se juega con la escala para remarcar puntos singulares del edificio, como ocurre en la fachada Sur, donde el vacío introducido ayuda a la percepción volumétrica de la masa construida. En ese mismo sentido, encontramos las entradas principales situadas en los linderos sur y oeste, que se formalizan mediante espacios en doble altura. El espacio comunitario central se vertebra por un corredor tangencial a las cuatro cajas de escalera, donde aparecen tres grandes patios ajardinados que enriquecen la secuencia perceptiva en su recorrido. Dichos patios, en las plantas superiores, resuelven la iluminación y ventilación de las crujías interiores.
Todo el edificio aparece volado y descansando sobre un basamento de ladrillo blanco. Para la formalización de la fachada se emplea ladrillo cara vista en aparejo a sogas con llaga y tendel de mortero coloreado, dando protagonismo a la proporción vertical del hueco.
La mayor riqueza compositiva de la fachada reside en el quebrado ritmo de los paños de ladrillo, donde el hueco fragmenta y ennoblece la composición con un cajeado geométrico que vuela sobre el plano de fachada, creando juegos de sombras sobre la envolvente, donde además se insertan unas celosías cerámicas que introducen un divertido juego de discontinuidades sobre el negro lienzo. El ladrillo toma protagonismo no solo como cerramiento, sino que también aparece en elementos de la envolvente interior. Así, bancos, maceteros, celosías y vallados exteriores se formalizan con el mismo cara vista, aportando unidad al conjunto.
Apostando por la sostenibilidad y la gestión energética, el edificio cuenta con una instalación centralizada de biomasa para la producción de calefacción y agua caliente sanitaria. Se trata de un sistema pionero en España en construcciones residenciales de nueva planta. Destacar también la utilización del PVC en las carpinterías en busca de una mayor estanqueidad frente al viento y aislamiento térmico.