Arquitectos
proyecto
Núria Salvadó y
Pep Anglès
dirección de obra
Núria Salvadó
Colaboradores
Mireia Pla, Anna Puig y Eulalia Martí (arquitectas)
Aparejador: Estudi Brufau-Cussó s.l.p (Albert Brufau y Cristina Sitjà)
Fotógrafo
José Hevia
Situación
Poblenou, Barcelona
Fin de obra
30/11/2017
Fabricante de teja
Tejas Borja
El edificio se sitúa en Poblenou, un barrio de Barcelona de origen obrero y industrial, donde la mayor parte de fábricas y almacenes no catalogados, acaban siendo derribados por la complejidad que supone su adaptación a las normativas vigentes. A pesar de eso, la zona dispone todavía de algunas fábricas desocupadas que esperan una nueva oportunidad para ser habitadas de nuevo.
El espacio a reocupar, emplazado en un solar entre medianeras, está compuesto por la agregación de cinco naves de características estructurales y geométricas diferentes que habían sido utilizadas en el pasado como almacén. El programa definido por el promotor prevé seis talleres en las plantas superiores y dos locales y un aparcamiento en la planta baja.
La propuesta quiere aprovechar lo existente entendiéndolo, no como un obstáculo, sino como una oportunidad para generar espacios de cualidades materiales y tipológicas diversas capaces de albergar las actividades permitidas en el distrito 22@. También se propone garantizar una versatilidad suficiente al espacio para que pueda ser ocupado y organizado de otras maneras a lo largo del desarrollo de la actividad, así como aportar luz natural y ventilación cruzada a todos los espacios interiores a partir de la formación de nuevos patios exteriores.
El proyecto entiende el espacio privado como un soporte flexible, donde sólo se facilita lo indispensable: un baño adaptado, una previsión para zona de office, un espacio exterior donde exponer el material creado, o donde poder trabajar o descansar, y un conjunto de instalaciones a demanda según las necesidades de cada taller.
Así mismo se trabajan y modifican las envolventes para conseguir el confort térmico y acústico necesario. Para ello se perforan algunas de las crujías, lo que genera nuevas fachadas que a nivel constructivo se resuelven con un entramado de madera cuando están perforadas o con un muro cerámico cuando son opacas. En las cotas más altas de las naves, los cerramientos se han rehecho porque eran muros de ampliaciones posteriores hechos con ladrillo no estructural de baja calidad, lo que ha permitido elevar la cota de cubierta y poder utilizar los dobles espacios y las zonas de altillos. Estos cerramientos se resuelven con cerámica vista por el interior y aislamiento revestido de chapa Pegaso lacada en la cara exterior. Las cubiertas se siguen solucionando con teja mixta ventilada cuando son de pendiente superior al 20 % o con gravas o chapa Pegaso para las pendientes inferiores.